Esto está ya liquidao (o no)

Le hemos pegado a la casa un cambio de impresión. La tarima ya está casi completamente terminada, falta la entrada que hasta que no venga el carpintero a que nos coloque la puerta principal no podemos ponerla (se podría cortar un centimetro a la que tenemos, pero me da pereza). Así, hemos terminado el salón. Primero una mitad, y luego la otra, era la mejor manera para mover lo menos posible los muebles y el sofá. Hemos amontonado (otra vez) las cosas a un lado y despues de puesta nos hemos ido al otro, pero colocandolo ya lo mejor que se puede a la espera del rodapié.

Estas últimas son las de la entrada a la casa. Voy a poner un par de cartones encima para que no se me estropeen las esquinas de pasar y pisar sobre ellas.

Y esta última es con todo el salón terminado, de verdad que ahora sí que se puede decir que a la reforma le queda un suspiro. Por lo menos podemos andar sin tener que mirar en todo momento el suelo para no pisar el martillo, o una tabla, o un agujero o la aspiradora o el gato del vecino....

Pero como la vida no es maravillosa (a pesar de lo que diga Andres Montes), me estoy quemando un poco con el tema de los rodapies. Resulta que los albañiles dejaron un pelín desigual la pared al dar el yeso al quitar el antiguo rodapié. Bueno, un pelín es poco, mejor digamos que es imposible poner un rodapié decente porque aqui no encaja nada. Hay que estar todo el rato a golpe de espátula y aún así la pared está muy abombada y es muy complicado de poner.

Eso significa que voy a tardar un huevo en terminar esto. Y el resultado no va a ser tan bueno como yo esperaba, y es que cada esquina se convierte en un infierno. Bueno, me he pasao, un infierno no que no soy del Atletico (mal chiste...), pero tardo mucho en ajustarlo bien. Además lo que hago es ponerle peso encima y a los lados de cada pieza para que no se mueva mucho y se quede bien pegado a la pared.Menos mal que empiezan las fiestas de Belmonte esta semana y entre tabla y tabla un descansito, una cañita en el bar y música de verbena por las noches para relajar los musculos. Un saludo, nos vemos.