De resaca
Pasaron los días de fiesta, el trasnochar, la berbena, los churros con chocolate y los cochecitos de la feria.
Y como colofón al verano, este fin de semana la despedida de soltero de un amiguete que se casa pronto (un saludo). Con los brazos llenos de balazos y moratones (jugamos al paintball) y agujetas en el trasero, esta tarde se ha presentado el carpintero con las puertas. Por fin ha venido, después de veinte días de espera, pero ha tenido que ser hoy, que llevo todo el día arrastrandome del sofa a la cama del cansancio acumulado del finde.

Pero mañana a las ocho de la mañana comienza el fin de la reforma. El fin de la reforma, el fin de la reforma... perdonar que lo repita pero son palabras que pensaba nunca iba a poder pronunciar... (me pongo melancolico).
Bueno, ya os comente hace días que el carpintero vino a cepillarnos, o mejor dicho, a destrozarnos los antiguos marcos. Esta tarde subir las condenadas puertas (como pesan) y entre mañana y el miercoles dice que se las ventila. Aqui las teneis apalancadas en el pasillo, no se ven muy bien pero están envueltas en plastiquete, son de color mukaly en liso, de serie moderna. 

Aqui se ven mejor (el precio final no es ni por asomo el que viene en la web, os lo aseguro) http://www.acae.es/acae1/a/art214531/art214531.html
Lo peor ha sido subir la puerta de entrada, blindada, mas pesada que Manuel Uribe (buscarlo en google). El carpintero es mas bien bajito, pero no os imaginais que fuerza tiene el colega, me ha dejado el brazo tiritando mientras el bajaba a por otra... uf, esta gente está hecha de otra pasta.
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